viernes, 12 de octubre de 2012

DISEÑO GRAFICO CARATULA HALLOWEEN

Actividad tenebrosa, carente de sentido, fantasmal y muy loca, así definiría esta “festividad”; llena de luces tenues en calles por donde deambulan cual zombis o fantasmas, jóvenes ataviados de trajes negros y deformes mascaras; lo que convierte en inseguro estos lugares, en los que se puede desatar el desenfreno rin razón o más apropiado a esta fecha el “pandemónium”; que significa para quienes lo sabían “capital imaginaria del infierno”. No es necesario recordarles que en Perú, celebramos también el “Día de la Canción Criolla” y lo celebramos como “Dios manda” en una buena peña criolla de rompe y raja, y es que los peruanos, si, sabemos divertirnos.




Aun así, y a pesar de lo contradictorio que parezca, en lugares tranquilos, y siempre que los niños sean acompañados al menos por un adulto, la actividad de salir a pedir dulces a las calles, resulta muy divertido para los más pequeños, quienes en la más pura inocencia disfrutan mucho de disfrazarse de hadas, ángeles o los superhéroes de moda, convirtiendo este aterrador día, en una algarabía de colores de lo más tierna, ¿Qué más tierno que un bebe gordito disfrazado de calabaza?, los niños son geniales.



Sonríen, juegan y llegan cansados y felices a compartir el botín que les durara por días; hasta el próximo año; si está en la posibilidad de los padres comprarles disfraces, los haremos muy felices, sino hay muchas opciones buenas, como solo la máscara y buscarles la ropa adecuada, o también es muy común encontrar vendiendo los gorros de bruja, y les ponemos un vestido negro, o solo venden las alas de hada, en este caso les ponemos un lindo vestidito, o solo los cachitos y el trinche de diablito, y así les ponemos pantaloncito y chompita negro o azul. En fin la creatividad es innata en todos nosotros, así que no pongas excusas, y regálales a tus niños una tarde de diversión y si estas, muy festiva también puedes usar un sobrero de bruja o incluso algo de caritas pintadas, lo importante es pasarla bien.




Si no tienes niños pequeños, puedes ver en familia una película de terror, aunque a mí no me gusta ese género en películas; algunas son exageradas y hasta grotescas.



Sin embargo te dejo un fragmento de unos de mis cuentos de terror favoritos, escrito por el genial Edgar Allan Poe más conocido como el príncipe del terror, este fragmento pertenece a su obra “El Entierro Prematuro”; estoy segura que va gustarte.



… La esposa de uno de los más respetables ciudadanos -abogado eminente y miembro del Congreso- fue atacada por una repentina e inexplicable enfermedad, que burló el ingenio de los médicos. Después de padecer mucho murió, o se supone que murió. Nadie sospechó, y en realidad no había motivos para hacerlo, de que no estaba verdaderamente muerta. Presentaba todas las apariencias comunes de la muerte. El rostro tenía el habitual contorno contraído y sumido. Los labios mostraban la habitual palidez marmórea. Los ojos no tenían brillo. Faltaba el calor. Cesaron las pulsaciones. Durante tres días el cuerpo estuvo sin enterrar, y en ese tiempo adquirió una rigidez pétrea. Resumiendo, se adelantó el funeral por el rápido avance de lo que se supuso era descomposición.



La dama fue depositada en la cripta familiar, que permaneció cerrada durante los tres años siguientes. Al expirar ese plazo se abrió para recibir un sarcófago, pero, ¡ay, qué terrible choque esperaba al marido cuando abrió personalmente la puerta! Al empujar los portones, un objeto vestido de blanco cayó rechinando en sus brazos. Era el esqueleto de su mujer con la mortaja puesta.


Una cuidadosa investigación mostró la evidencia de que había revivido a los dos días de ser sepultada, que sus luchas dentro del ataúd habían provocado la caída de éste desde una repisa o nicho al suelo, y al romperse el féretro pudo salir de él. Apareció vacía una lámpara que accidentalmente se había dejado llena de aceite, dentro de la tumba; puede, no obstante, haberse consumido por evaporación. En los peldaños superiores de la escalera que descendía a la espantosa cripta había un trozo del ataúd, con el cual, al parecer, la mujer había intentado llamar la atención golpeando la puerta de hierro. Mientras hacía esto, probablemente se desmayó o quizás murió de puro terror, y al caer, la mortaja se enredó en alguna pieza de hierro que sobresalía hacia dentro. Allí quedó y así se pudrió, erguida.




Comparte tus trabajos, experimentos de ciencia, fotos y videos de tu periódico mural, teatro, declamación, manualidades, disfraces y todo aquello que pueda servir de guía o inspiración a otros niños, padres o educadores!


Envía tus trabajos a bordes001@gmail.com


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tus comentarios, te lo agradezco infinito y regresa pronto.

Cuento: ¡Las Aventuras Frutales de Pepito Pepinillos en el Planeta Canino!

Había una vez un hombre llamado Pepito Pepinillo, cuyo trabajo consistía en cultivar las frutas más chispeantes y jugosas en su huerto. Pepi...