Cuando los
seres humanos nacemos no somos capaces de valernos por nosotros mismos, nuestro
organismo aún tiene que madurar después del parto, y requiere un largo proceso
de aprendizaje.
Durante esta etapa, bebés, son extremadamente vulnerables, y
necesitan que el adulto les asegure el alimento, el sueño y los cuidados
necesarios para terminar de desarrollarse. Para ello, aparece una de las
conductas fundamentales para la supervivencia de muchas especies: el apego.
El apego
del niño hacia su madre y viceversa; pero ¿por qué sucede esto?
Sucede
gracias a la Oxitocina… ¿la hormona del amor? (Si el bebe
genera una especie de droga en la madre.)
Muchas investigaciones tratan de
descubrir qué sucede a nivel químico en nuestro cerebro. La oxitocina se ha relacionado con la regulación de
conductas sociales complejas como el amor, apareamiento, la monogamia, etc.
Mucho se ha escrito sobre el rol
de la oxitocina en las emociones. Incluso se le llama "hormona del amor" y su relación con la felicidad, la socializacion e
incluso la felicidad.
La oxitocina es una neurohormona, es decir, una
sustancia que en el sistema nervioso central tiene una función en la
neurotransmisión o comunicación neuronal, y en el resto del organismo funciona
como una hormona clásica.
Esta sustancia es sintetizada por las neuronas del
hipotálamo, una región de nuestro cerebro relacionada con la regulación de
muchos estados de nuestro organismo, como el sueño, la alimentación y la
reproducción.
La oxitocina, resulta fascinante ya que interviene
en una gran cantidad de funciones, se ha demostrado que a los pocos minutos de
que la cría perciba el olor de la madre se producen cambios en el bulbo
olfatorio, la zona del cerebro encargada de procesar la información de los
olores. Estos cambios permiten que se forme una asociación a largo plazo del
olor de la madre.
Uno de los efectos que
tiene este aprendizaje del olor maternal es que disminuye el estrés de la cría.
Como consecuencia, ésta se acerca a la fuente del olor en busca de alimento.
El cerebro del bebé es una versión en
miniatura del cerebro del adulto, en el que las funciones más complejas se van
desarrollando poco a poco, pero al nacer el cerebro está especialmente preparado
para la supervivencia, la conducta del bebé puede activar la liberación de
ciertos neurotransmisores en el cuidador, como la oxitocina y la dopamina, que
influyen sobre la conducta maternal del cuidador. Así que no queda otra que
aceptar que al relacionarnos con un bebé, éste nos influye al igual que
nosotros le influimos a él mamis.
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PARECEN DE BEE
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