jueves, 7 de septiembre de 2017

LAS PRIMERAS COMIDAS DEL NIÑO

Los tres primeros años de vida son una etapa de transición entre la fase de crecimiento muy rápido, propia del lactante y un periodo más estable, desde los tres años hasta el comienzo de la pubertad.

En este periodo el niños avanza en la adquisición de las funciones psicomotoras, al tiempo que sus funciones digestivas y metabólicas van avanzando un grado de madurez suficiente para aproximar su alimentación a la del niño mayor.

Un niño no se convierte de inmediato en un adulto, sus necesidades energéticas y de determinados nutrientes aconsejan ajustar la dieta a sus particularidades fisiológicas.
Es preciso adaptar e individualizar la dieta la dieta ajustándola  a la propia constitución y costumbres del niño.

Las primeras etapas de la vida son fundamentales para que el individuo forme todo su sistema inmunitario y para evitarle la patología secundaria a una nutrición incorrecta.

Hay que poner especial cuidado en la conducta alimenticia del niño que desde pequeño está sujeta a determinadas aversiones y preferencias,  lo que puede conducir en ocasiones a una dieta carente de algunos nutrientes.

La alimentación correcta a partir del año de edad se basa en el consumo de alimentos equilibrados que cumplan los tres objetivos siguientes:

·         Asegurar un crecimiento y desarrollo óptimo.
·         Evitar carencias nutritivas.
Prevenir enfermedades.

INTRODUCCIÓN DE ALIMENTOS:
Progresivamente, y una vez que el niño abandona la lactancia exclusiva (alrededor de los 3-4 meses), sus necesidades en vitaminas, minerales y sustancias orgánicas se hacen cada vez mayores. El niño comienza a tomar una alimentación complementaria, pero de esto se analizará con mayor detalle en las siguientes etapas.
Generalmente a los 5 meses se empieza con la papilla utilizando el biberón, al principio. Se modificará el agujero de la tetina al ya que la textura es más espesa.
Se empezará también a experimentar con la cuchara; lo más conveniente es alternar el biberón y la cuchara, no dejar el biberón de golpe.
El educador/a ha de tener en cuenta que los cambios que se introducen en la alimentación del niño/a no pueden efectuarse de forma brusca, sino gradual y lentamente a efectos de conseguir una buena adaptación y que la misma sea el resultado de experiencias placenteras.
A los 4-5 meses se pueden iniciar alguna toma con cuchara, y se le puede ofrecer los primeros alimentos dulces (zumos, papillas). Es en este tiempo cuando el bebé empieza a digerir alimentos más sólidos.
A los pocos días de haber empezado con la papilla de frutas, se podrán añadir una o dos biberones al día con unas cucharaditas de harina sin gluten. El gluten es una proteína vegetal que contiene cereales como el trigo, avena, cebada y centeno.
De los 5 a los 5 meses y medio de edad, se inicia la primera papilla salada en la alimentación del bebé que consiste en un puré de verduras con pollo, para ir aumentando en los siguientes días hasta los 100-120 gramos. También, en este periodo, comenzaremos con las frutas en la merienda (pera, manzana, plátano, naranja...). Las frutas deben darse frescas y elegir las de la estación, para ofrecérselas batidas.
Paralelamente se va reduciendo el número de tomas por día y se puede cambiar la fórmula de inicio por una leche de continuación. Una vez cumplido el 6º mes de vida se amplia la variedad de harina escogiéndose entre las que contienen gluten.
La alimentación complementaria no debe introducirse antes del cuarto mes, ni después del sexto y se deben introducir los alimentos de uno en uno y en pequeñas cantidades, dejando pasar de 7 a 10 días entre cada alimento nuevo, para que el bebé se vaya acostumbrando y para observar la aparición de posibles intolerancias o alergias alimentarias. Si rechaza el alimento nuevo, conviene esperar unos días para introducirlo de nuevo. Nunca forzarlo a comer.
Se deben evitar al principio las frutas alergénicas: melocotón, fresas, frambuesas, moras. No debe añadirse azúcar, miel o leche condensada. Tampoco se debe calentar la fruta ya que pierde vitaminas, y tampoco se deben dar en biberón ya que corremos el riesgo de que aparezcan las caries del biberón.
NECESIDADES NUTRICIONALES DEL BEBÉ:
Para establecer las necesidades nutricionales es necesario partir de la edad, peso, características generales y de la capacidad del niño para transformar los alimentos.


  • Nutrientes esenciales: son aquellos que el organismo no puede sintetizar, y los va a precisar para su normalidad.
  • Nutrientes no esenciales: son aquellos que el organismo puede sintetizar a partir de otros alimentos.
  • Requerimientos: cantidades de nutrientes que necesita el niño para mantener un estado óptimo. Los requerimientos van a ser diferentes para cada niño, y van a depender de las necesidades básicas, del mantenimiento de la temperatura, del crecimiento y de la actividad física que realice.
  • Ingesta aconsejada: cantidad mínima de un nutriente, y que debe ser suficiente para cubrir las necesidades del niño.

  • Necesidades de agua.
    El agua va a ser el principal componente del organismo del recién nacido. Estos requerimientos de agua van a ser superiores que en otros momentos de la vida. Oscila entre el 75-80% del peso corporal. Las necesidades de agua dependen del consumo de calorías, de lo que se llaman pérdidas insensibles, y de la densidad que tenga la orina.
    Necesidades calóricas.
    La cantidad de energía que requiere el recién nacido para su crecimiento durante el primer año de vida va a ser muy elevada, debiendo a que ha de ser suficiente para mantener un metabolismo basal correcto. De tal forma que un recién nacido tiene unas necesidades de entre 70-120 Kcal./Kg. al día.
    Necesidades proteicas. Las proteínas están formadas por aminoácidos esenciales, que son 8 en total. Tienen la consideración de esenciales porque el organismo es incapaz de sintetizarlos:
    No solamente forman parte de la nutrición, sino que forman cadenas muy importantes para el organismo.
    Los aminoácidos no esenciales son los que sí se pueden sintetizar, y proceden de otros compuestos de la dieta, y por tanto no van a ser necesarios para administrarlos como suplemento. La función que van a tener las proteínas referente a la alimentación es fundamentalmente plástica (son capaces de formar tejidos), y van a constituir el 20% del peso corporal.
    Necesidades lipídicas.
    La mayor parte de las grasa naturales están formadas por triglicéridos, el 95% lo constituyen los ácidos grasos combinados con glicerol, y el resto (5%) está formado por ácidos grasos monoglicéridos, ácidos grasos libres, colesterol, diglicéridos y fosfolípidos. La cantidad de lípidos que se recomienda aportar es del 20-25%. Las grasas van a ser:


  • De cadena larga, cuya absorción es lenta.
  • De cadena media, con absorción rápida.
  • De cadena corta, que se absorben con mayor rapidez pero que tienen escaso valor calórico.

  • Necesidades de Hidratos de Carbono.
    Se aportan con la dieta mediante monosacáridos, disacáridos y polisacáridos. Los di y polisacáridos se van a transformar en monosacáridos por la acción de la amilasa pancreática. Es el principal administrador de energía, y cuando esos hidratos de carbono faltan, el organismo los obtiene de las proteínas y las grasas. La cantidad a aportar sería entre 8-12 gr/ 100 Kcal.
    Aporte de vitaminas


  • Liposolubles (A, D, E, K), necesitan para su absorción la presencia de grasas suficientes en la dieta.
  • Hidrosolubles (C, B, riboflavinaniacina, B6, ácido fólico, B12, biotinaácido pantoténico), como hay suficiente cantidad de agua las hidroliza perfectamente.

  • Aporte de minerales.
    Los minerales son muy importantes por su función plástica, y son reguladores. Forman parte de la estructura de algunos tejidos (hueso) y que con una dieta equilibrada sería suficiente para mantener un aporte mineral ideal.
    Técnicas de alimentación con Leche de Fórmula.
    Los alimentos infantiles se van a preparar con leche de vaca modificada.
    La cantidad de proteínas y residuos orgánicos deben ser muy similares a las de la lactancia materna.
    Las grasas saturadas deben ser sustituidas por ácidos grasos vegetales, y normalmente con grasas de tipo insaturado.
    La concentración de lactosa en la leche de vaca es menor que en la lactancia materna, por lo que hay que aportar mayor cantidad y suplementarlo con vitaminas y minerales, y aún así sigue teniendo diferencias.


    ALIMENTACIÓN INFANTIL DE 6 A 12 MESES
    INCORPORACIÓN DE NUEVOS ALIMENTOS
    La leche como alimento único a partir de los seis meses no proporciona la energía y nutrientes que precisa el lactante a partir de esta edad, y además como sus funciones digestivas han madurado, se debe incluir una alimentación complementaria, siguiendo unas normas regladas.
    Se recomienda introducir nuevos alimentos más allá de los 6 meses por que la falta de diversificación es motivo frecuente de anorexia, en caso de no ser así, se desaprovecha una época muy válida para la educación del gusto y la adaptación progresiva a una alimentación equilibrada, variada y suficiente.
    Al ir haciéndose mayor, se irá disminuyendo el número de tomas, de forma que de las 6 -8 veces al día que suele alimentarse al empezar la lactancia, pasará progresivamente a las 4 - 5 tomas en la segunda mitad del primer año. Ello no debe comprometer el aporte total de leche (materna, de fórmula o productos lácteos equivalentes), que debe mantenerse por encima del medio litro al día.
    Nuevos alimentos
    • Los cereales:
    A pesar de que los cereales ya se introdujeron en la etapa anterior, se deben volver a mencionar ya que a los 9 meses se introducen los cereales con gluten, que no se han introducido hasta ahora para evitar cuadros de celiaquía.
    • Las frutas
    Después de los cereales, suele ser el segundo alimento que se incorpora. Se empezará a partir de los 4 o 6 meses con una papilla de frutas por su aporte vitamínico, nunca sustituyendo a una toma de leche, sino complementándola. Se deben emplear frutas variadas (naranja, manzana, uva, pera, ciruela...) para educar el gusto, y es preferible evitar las más alergénicas como la fresa y el melocotón. Suelen introducirse después de ser conseguida la aceptación de los cereales, aunque puede hacerse al revés, primero la fruta y después los cereales.
    • Las verduras y patatas
    Se irán introduciendo a partir de los 6 meses, una vez toleradas las papillas de cereales y frutas, buscando su aporte de sales minerales. Se deben evitar al principio las verduras con alto contenido en nitritos, como remolacha, espinacas, acelgas y nabos, y decantarse por patatas, judías verdes, calabacín, etc. Para más tarde introducir las demás. Al inicio se recomienda evitar las verduras flatulentas (col, coliflor, nabo...) o muy aromáticas (ajo, espárragos...)
    • Carnes
    Una vez que tolera el puré de verduras se introduce la carne, preferiblemente se empieza por las menos grasas, como el pollo y nunca antes de los seis meses, en una cantidad de 10 - 15 gramos por día y aumentado 10 - 15 gramos por mes, máximo de 40 a 50 ramos, mezclada y batida la carne con las verduras. Posteriormente se introduce la ternera y el cordero. Aportan proteínas de alto valor biológico, lípidos, hierro, cinc y ciertas vitaminas. Las vísceras (hígado, sesos...) no tienen ventajas sobre la carne magra y aportan exceso de colesterol y grasa saturada.
    • Pescados
    Nunca se deben introducir antes de los nueve meses, debido a su mayor capacidad de provocar alergias. A partir de esta edad, el pescado puede sustituir alguna toma de carne. Es conveniente empezar por pescados blancos (merluza, lenguado, gallo...) y después continuar con pescados azules (chicharro, sardinas, anchoas...)
    • Huevos
    Se introducirá primero la yema cocida sobre el noveno mes; inicialmente un cuarto, la semana siguiente media y al mes entera, añadida al puré del medio día, para tomar el huevo entero ( con la clara) hacia los 12 meses. Puede sustituir a la carne, tomando 2 - 3 unidades a la semana.
    La yema es buena fuente de grasas, ácidos grasos esenciales, vitamina A, D y hierro.
    La clara aporta principalmente proteínas de alto valor biológico, pero entre ella se encuentra la ovo albúmina, con gran capacidad de provocar alergias.
    • Agua
    Mientras el lactante recibe sólo leche materna o fórmula adaptada, no suele requerir líquidos adicionales, salvo en situaciones extremas de calor o pérdidas aumentadas. Por el contrario, cuando se introduce una alimentación complementaria al suponer ésta una mayor carga renal de solutos, no basta con los líquidos aportados por la leche y otros alimentos, y se debe ofrecer al niño agua con frecuencia.
    LA FORMA DE DAR DE COMER:
    A los seis o siete meses de edad en la que el niño se mantiene sentado, la comida se le ofrece en la trona o porta bebés. La trona permite colocarse a la altura de los demás, vivir con los otros una experiencia común, satisface su creciente deseo de socialización y le sirve de estímulo para aprender con más rapidez.
    A los ocho o nueve meses, teniendo el niño una cierta capacidad de absorción de los alimentos más sólidos y dado que comienza a masticar aunque con mucha dificultad, además de la dieta correspondiente, se le puede dar una corteza de pan o galleta para que vaya ejercitando la masticación.
    A los diez meses se le ofrece la cuchara para que intente llevarse algo a la boca e inicie por sí solo el gesto de comer con utensilios. La capacidad de masticar se sitúa alrededor de los once meses, por lo que conviene ir introduciendo nuevas texturas en la alimentación.
    Esta dependencia conlleva un nivel de relación - comunicación del niño con el adulto de máxima importancia, en tanto se está cimentando la base de toda relación posterior.
    La manera que adopte el educador de comunicarse con la mirada, con el gesto, la forma de cogerle para ofrecerle alimento, favorecen la relación afectiva entre ambos y es la muestra inicial de intercambio social y afectivo, por ello es muy importante que sea siempre la misma persona quien le ofrezca el alimento al niño y no se delegue esta función en otro educador, de esta forma reducimos también al mínimo de los esfuerzos de adaptación que se piden al niño y a la niña.
    El paso del biberón a la cuchara
    Se alterna la comida que empieza a darse con cuchara, con la comida del biberón asegurando así al niño/a la satisfacción de la necesidad de succión.
    En un principio, la cuchara se introduce, normalmente, con alimentos dulces líquidos, como zumos de fruta, leche y más adelante con papillas más espesas y purés.
    Para la introducción de cambios de alimentación es preciso remarcar los criterios generales de flexibilidad, ambiente físico y humano tranquilo y una cuidada preparación y presentación de los alimentos.
    CANTIDAD, NÚMERO Y DISTRIBUCIÓN DE TOMAS
    EDAD DEL BEBÉ
    Nº DE TOMAS Y CANTIDAD
    DISTRIBUCIÓN DE TOMAS Y CANTIDAD
    6 meses y medio
    4 o 5 tomas (a partir de este momento tiene que tomar un mínimo de medio litro de leche al día.)
    Dar agua entre horas.
    Desayuno: Papilla de cereales sin gluten
    Media mañana: Pecho o fórmula de continuación
    Comida: Puré de verdura con patata, zanahoria y chorrito de aceite de oliva, sin sal. Después se puede dar pecho o biberón de fórmula disminuyendo la cantidad a medida que tome más puré.
    Merienda: Papilla de frutas
    Cena: Papilla de cereales sin gluten
    7 meses
    4 tomas.
    Dar agua entre horas.
    Desayuno: Papilla de cereales sin gluten.
    Comida: Añadir 40 - 50 gr. de carne magra al puré de verdura
    Merienda: Papilla de frutas.
    Cena: Papilla de cereales
    8 meses
    4 tomas.
    Dar agua entre horas.
    Desayuno: Papilla de cereales con gluten. Se pueden dar galletas y pan. Hacer prueba de tolerancia al gluten primero.
    Comida: Puré de verdura con carne.
    Merienda: Papilla de fruta.
    Cena: Papilla de cereales.
    10 meses
    4 tomas.
    Dar agua entre horas.
    Desayuno: Papillas de cereales con gluten.
    Comida: Puré de verdura con carne o pescado.
    Merienda: Papilla de fruta
    Cena: Papilla de cereales con gluten
    10 meses y medio
    4 tomas.
    Dar agua entre horas.
    Desayuno: Papilla de cereales con gluten.
    Comida: Puré de verdura con carne o pescado o yema de huevo cocida
    Merienda: Papilla de frutas
    Cena: Papilla de cereales con gluten
    12 meses
    4 tomas.
    Beber alrededor de litro y medio al día.
    Desayuno: Papilla de cereales con gluten.
    Comida: Puré de verdura con carne, pescado o huevo.
    Merienda: Papilla de frutas o yogurt natural o queso fresco.
    Cena: Papilla de cereales o sémola de trigo o sopa de fideos.
    ALIMENTACIÓN INFANTIL DE 1 A 2 AÑOS
    INCORPORACIÓN DE ALIMENTOS:
    -Introducción:
    Antes o después los niños/as muestran interés por la comida de los adultos, probar nuevos sabores y texturas se convierte en una experiencia sensorial única y en una oportunidad de aprendizaje y de esta manera el niño/a puede participar en su alimentación de forma activa y participativa; no se debe olvidar que el niño/a necesita aprender la mecánica de la alimentación para hacerse autosuficiente respecto del acto de comer.
    Se debe mencionar además que en esta etapa su alimentación evoluciona mucho, ya que su sistema digestivo ha madurado lo suficiente como para aceptar una gran variedad de nuevos alimentos, pero además se debe hacer referencia a los cambios que se han ido produciendo en él también a nivel de dentición debido a que aparecen los primeros molares lo que permite a los niños/as tomar una alimentación con mayor consistencia, por lo que se deben introducir en su dieta alimentos troceados para que ejercite su mandíbula.
    A partir de los doce meses (como se comentaba anteriormente) se deben ir introduciendo alimentos con una textura más gruesa para ir acostumbrando al niño/a a alimentos troceados. Para empezar, se ofrecerán alimentos aplastados con el tenedor para ir cambiando a un troceado pequeño, aunque depende de cada niño/a y su rapidez en el aprendizaje de la masticación, (se pretende que a los dieciocho meses sea capaz de comer alimentos troceados).
    Hacia los trece meses, se puede ir habituando a la comida adulta y cada vez se trocearán menos los alimentos para que ejercite la masticación.
    -Alimentos nuevos:
    • Los cereales
    Se deben tomar cereales de cocción (copos de avena, copos de cinco cereales) que esporádicamente pueden sustituir la papilla de la mañana.
    • Las frutas
    Las frutas que toma son las mismas que la etapa anterior, sin embargo, otras todavía no las podrá tomar hasta cumplir los dos años como fresas melocotones y kiwis.
    • Las verduras y patatas
    Aunque ya casi toma todas las verduras, hasta casi los dos años se deben evitar el nabo, la remolacha, la alcachofa, las espinacas y la coliflor.
    • Carnes
    El niño/a puede empezar a tomar vísceras, por ejemplo los sesos que aunque son ricos en fósforo contienen mucho colesterol y hay otros alimentos que aportan las necesidades de este mineral
    • Pescados
    Se incorpora a la dieta el pescado azul, que no se había hecho antes por su alto contenido en grasa, aún así no se debe abusar de él.
    • Huevos
    A partir de los doce meses se puede incorporar la clara al huevo que hasta ahora no se había introducido para evitar alergias.
    • Lácteos
    En esta edad se puede incorporar algunos quesos, como el queso fresco o semicurado, así como también los yogures.
    Si se observa algún tipo de rechazo por parte del niño/a a la leche se puede sustituir por otros productos lácteos (queso, yogur…) u ofrecer platos que incluyan leche en su preparación (croquetas, purés, gratinados…), pero sin comprometer el aporte diario de leche que necesita.


    CANTIDAD, NÚMERO Y DISTRIBUCIÓN DE COMIDAS DIARIAS:
    En esta época es conveniente que el niño realice cuatro (o cinco) comidas al día, es decir, desayuno, comida, merienda o almuerzo y cena; lo que responde a la limitada capacidad digestiva del niño. Algunos aún necesitan una toma láctea antes de acostarse; otros no, ya que sus comidas pueden ser completas e incluir la leche o postres lácteos como final de alguna comida.
    Es importante, para la adquisición de unos hábitos alimentarios saludables mantener los horarios de comidas de un día para otro y no saltarse ninguna.
    • El desayuno
    El desayuno es una de las comidas más importantes del día. Un desayuno con prisas es equivalente a un desayuno pobre; por tanto es necesario dedicar tiempo suficiente a sentarse y evitar compaginar el desayuno con otras actividades.
    Es recomendable que en la primera comida del día se incluyan: lácteos, cereales de todo tipo (galletas, cereales de desayuno, tostadas, pan o bollería no demasiado grasa). Si además se incluye una fruta o su zumo, mejor aún. Otros productos ricos en azúcares como la miel, mermeladas o confituras también están reservados para que formen parte del desayuno.
    • Almuerzos y/o meriendas
    La mayoría de los niños comen cuatro o cinco veces al día, por lo que son importantes los refrigerios ya que contribuyen al aporte total de nutrientes. Tanto el almuerzo como la merienda, constituyen un complemento energético y al menos uno de ellos debe ser una parte habitual de la alimentación infantil, para evitar que transcurran muchas horas desde una comida hasta la siguiente, pero la cantidad no debe ser excesiva para que no reste apetito al niño a la hora de la comida o cena.
    Interesa que ellos participen si es posible en su preparación, para que sean conscientes de su importancia.
    • La comida
    En nuestra sociedad la comida constituye la principal ingesta de alimentos del día y es el momento de encuentro que favorece la relación socio-afectiva y la enseñanza y aprendizaje de los hábitos de alimentación. Por ello se debe propiciar un clima tranquilo, sosegado, sin interferencias. Se ha de evitar en lo posible la anarquía en los horarios, la preparación de alimentos a última hora, las interrupciones largas entre plato y plato, comer con mucha rapidez y las situaciones incómodas por falta de espacio.
    • La cena
    La cena debe ser complementaria a la comida, por lo que hay que tener en cuenta los alimentos que se han consumido en casa o en la escuela infantil y no repetirlos. La cena debe ser más ligera que la comida, y lo antes posible para que de tiempo de hacer la digestión y dormir bien.
    Además de todo esto, las comidas no deben constar de plato único si no que deben ir siendo más completas e incluyendo más platos:
    • Primer plato:
    El valor nutritivo de este primer plato es el aporte energético, principalmente a partir de los hidratos de carbono complejos. Es importante acostumbrar a los niños a tomarlo porque las necesidades energéticas son las primeras que deben cubrirse si se quiere que las proteínas de los alimentos cumplan en el organismo la función de formar tejidos y favorecer el crecimiento. Si esto no se tiene en cuenta, el organismo utilizará las proteínas para resolver sus necesidades energéticas y se estará llevando a cabo una alimentación desequilibrada.
    • Segundo plato:
    Carnes, derivados cárnicos, pescado o huevos. Deben aparecer en cantidades moderadas (el hambre no debe saciarse a base de proteínas). Pueden acompañarse de una guarnición de ensalada o verduras o patatas (asadas o cocidas o en puré, no siempre fritas).
    • Postres:
    Lo mejor es incluir una fruta y alternar con productos lácteos sencillos.
    Las cantidades de cada alimento que se deben tomar son:
    Alimentos
    Una ración
    r/día
    Lácteos
    1 taza de leche entera.
    2 yogures, 2 petit suisse.
    1 cuajada.
    80gr. De queso fresco.
    40 gr. De queso magro.
    2 quesos de porción o loncha.
    2
    Carne, pescado, huevos y derivados
    20 gr. De carne magra.
    30 gr. De pescado magro
    1 huevo
    20gr. De jamón cocido, serrano magro.
    2
    Cereales, patatas legumbres
    1cazo de arroz cocido.
    1 cazo de sopa, sémola o pasta.
    1 rebanada de pan.
    1 patata (pequeña)
    3-4 galletas sencillas.
    4-5
    Verduras
    70gr. De verdura.
    1 plato de ensalada.
    2
    Frutas
    1 pieza mediana.
    1 vaso de zumo.
    Frutos secos
    El consumo de frutos secos no es recomendable antes de los 3 años, si se ofrecen se darán machacados cuidadosamente para evitar el riesgo de atragantamiento.
    2
    Azúcares
    2 terrones
    Aceite y grasas
    Aceite de oliva virgen (recomendado)
    Mantequilla o margarina en crudo (se digieren mejor)
    Cantidad limitada y consumo esporádico de: pastelería, golosinas y caramelos, bebidas azucaradas…
    No ofrecer al niño/a bebidas excitantes ni bebidas alcohólicas (aunque sea de baja graduación)
    CAMBIOS EN LA FORMA DE COMER:
    - Postura, participación y utensilios:
    El niño/a ya es capaz de sentarse estable sin ayuda, por lo que a la hora de comer no necesita la sujeción de un adulto.
    En este momento es cuando el niño/a comienza a mostrar interés por la comida de los adultos y sabe mostrar hambre y saciedad mediante sus gestos (al ver la cuchara si tiene hambre abre la boca y echa la cabeza hacia delante si por el contrario está saciado, cierra la boca y mueve la cabeza hacia un lado).
    Entre los quince y dieciocho meses, el niño/a ya puede llevarse la cuchara a la boca y puede masticar alimentos no triturados, aunque es frecuente que utilice sus dedos en la comida.
    Está capacitado para comer solo y es el momento de iniciar la socialización del niño/a con los demás, aunque responde a la propuesta de comer solo, aunque también es verdad que el cansancio aparece pronto y hay que ayudarle a terminar.
    Además hay que tener en cuenta que le cuesta permanecer sentado, por ello es necesario evitar, en medida de lo posible, todos estímulos que interfieran la atención del niño/a para que éste pueda finalizar con éxito la actividad propuesta.
    En cuanto a los utensilios se debe decir que están afianzando todos los aspectos relacionados con su cuerpo y autonomía pero no todos ellos han tenido la posibilidad de entrar en contacto directo con los utensilios en su casa, pero por lo general usan: cuchara, tenedor, beben y comen solos (pero teniendo en cuenta lo que se comentaba anteriormente sobre el cansancio).
    NECESIDADES NUTRICIONALES:
    CALORÍAS……………………………………………1.200-1.300 Kcal. /día
    PROTEÍNAS………………………………………… 25-30 grs. /día
    HIDRATOS DE CARBONO……………… 100-160 grs. /día
    GRASA…………………………………………………… 35-45 grs. /día
    ALIMENTACIÓN INFANTIL DE 2 A 3 AÑOS
    INCORPORACIÓN DE ALIMENTOS
    -Introducción:
    La etapa de 2 a 3 años se ha definido como una etapa de riesgo nutricional. Los factores que influyen son un elevado requerimiento energético, capacidad gástrica limitada y exigencias que derivan de su incorporación al ámbito social.
    Se espera que durante esta edad el niño/a se integre a la dieta adulta, lo cual implica incorporar nuevos alimentos con sabores y texturas desconocidas.
    - Alimentos nuevos:
    La dieta debe proporcionar al niño/a los alimentos más adecuados para cubrir sus necesidades tanto de cantidad: pan, patatas, legumbres, arroz… y de calidad: leche, pescados, huevos…
    A los dos años el niño/a ya puede comer de todo, es decir, que tiene la misma alimentación que la de los adultos, incorporándola a su dieta. Los alimentos de una dieta en un niño/a de esta edad, deben de ser lo más parecidos a los que toma su familia (carnes y pescados de todo tipo, huevos, arroz, verduras, embutidos como jamón cocido o curado y legumbres de todo tipo, frutas variadas como kiwi, fresas, melocotón, leche, patatas…)
    Hay que suprimir, como es evidente, las bebidas como el café o el té y las bebidas gaseosas, y no acostumbrarle a los dulces. También se deben eliminar las comidas pesadas o que abusen de grasas.
    Es este momento, a partir de los dos años, cuando se pueden introducir alimentos como los calamares, el marisco, el cordero. Los frutos secos enteros se reservan hasta los 3 años de vida. Antes resulta peligroso por el riesgo de que el niño/a les pueda tener alergias.
    CANTIDAD Y NÚMERO DE COMIDAS DIARIAS
    Alimentos
    Una ración
    r/día
    Lácteos
    1 taza de leche entera.
    2 yogures, 2 petit suisse.
    1 cuajada.
    80 gr. De queso fresco.
    40 gr. De queso magro.
    2 quesos de porción o loncha.
    2
    Carne, pescado, huevos y derivados
    30 gr. De carne magra.
    40 gr. De pescado magro
    1 huevo
    30 gr. De jamón cocido, serrano magro.
    2
    Cereales, patatas legumbres
    1 cazo de arroz cocido.
    1 cazo de sopa, sémola o pasta.
    1 rebanada de pan.
    1 patata (pequeña)
    3-4 galletas sencillas.
    4-5
    Verduras
    100 gr. De verdura.
    1 plato de ensalada.
    2
    Frutas
    1 pieza mediana.
    1 vaso de zumo.
    2
    Frutos secos
    El consumo de frutos secos no es recomendable antes de los 3 años, si se ofrecen se darán machacados cuidadosamente para evitar el riesgo de atragantamiento.
    Aceite y grasas
    Aceite de oliva virgen (recomendado)
    Mantequilla o margarina en crudo (se digieren mejor)
    Cantidad limitada y consumo esporádico de: pastelería, golosinas y caramelos, bebidas azucaradas…
    No ofrecer al niño/a bebidas excitantes ni bebidas alcohólicas (aunque sea de baja graduación)
    CAMBIOS EN LA FORMA DE COMER
    A los 2 años el niño es capaz de mantenerse sentado durante el tiempo asignado a la comida, tiene suficiente inhibición y responsabilidad como para ser capaz de satisfacer esta demanda que se le hace. Utiliza la cuchara sin derramar demasiado contenido y es capaz de recoger su babero y servilleta, y guardarlo en el lugar indicado. Recuerda lo que ha pasado otros días, lo cual permite conectar fácilmente con la actividad desarrollada el día anterior. Tiene además capacidad para efectuar pequeñas elecciones por ello se le puede ofrecer determinados alimentos que ellos pueden escoger (fruta, galleta…).
    Además es, en este período, cuando se le debe enseñar al niño a perfeccionar sus habilidades adquiridas hasta ese momento. Se le debe corregir su postura a la hora de comer, así como la manera de masticar bien los alimentos antes de tragarlos. También se le debe enseñar a coger adecuadamente la cuchara o el tenedor. Los alimentos que deban ser troceados (utilización del cuchillo), los preparará y troceará con anterioridad el adulto que esté supervisando al niño/a. A partir de este momento el niño/a ha aprendido a comer prácticamente solo.
    Hay niños/as que aprenden muy rápido cualquier cosa, otros que tienen preferencia por el tenedor, otros por la cuchara, solamente hace falta que se lo ofrezcas sin miedo a que se manche, pues seguramente lo hará.
    Para los más lentos en el aprendizaje o incluso los más impacientes y hambrientos un buen sistema es darle primero una parte de la comida habitual, y que termine de comer él solo. Si cada día se disminuye un poco la parte que se le ofrece, en un par de semanas será capaz de comer toda su comida.
    La coordinación motriz del niño de tres años y su mayor precisión manual hacen posible que a esta edad pueda dominar la cuchara y el tenedor.
    Se alimenta solo, raramente necesita ayuda para terminar la comida, suele derramar poco contenido.
    NECESIDADES NUTRICIONALES
    Las necesidades nutricionales diarias para un niño/a de 2-3 años son las siguientes:
    Calorías.......................... .......1.300-1.400 Kcal/día
    Proteínas.............................. 30-40 grs/día
    Hidratos de carbono....... 130-180 grs/día
    Grasa.................................... 45-55 grs/día
    Las calorías deben ser repartidas de la siguiente forma:
    Desayuno 25% del aporte calórico del día
    Comida 30% del aporte calórico del día
    Merienda 15% del aporte calórico del día
    Cena 30% del aporte calórico del día

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